Imagina recostarte sobre una colchoneta, cubrirte con una suave manta en un espacio acogedor con luz tenue. Una quietud invade el lugar. El cuerpo siente que tiene permiso para relajarse y descansar.
Con los ojos cerrados, tus oídos despiertos, comenzarás a notar pequeños detalles, como los latidos de tu corazón o el suspiro de la persona que está a tu lado. Y en lugar de escucharlos como ruidos, los experimentarás como un destello de sonido humano y el comienzo de un proceso de transformación.
El Baño de Sonido ( del inglés Sound Bath) es una práctica de sonido milenaria que ha sido re descubierta en occidente hace relativamente poco tiempo ganando cada vez más seguidores en el mundo. El método que empleamos en nuestras sesiones es el que ha desarrollado la prestigiosa terapeuta de sonido Sara Auster y del que somos los únicos facilitadores oficiales en Argentina.
Un Baño de Sonido no es escuchar el toque aleatorio de cuencos al final de una práctica de yoga o meditación. Es toda una experiencia sensorial inmersiva de sonido : un verdadero "baño” envolvente tal como lo describen quienes lo practican. La vibración se percibe en todo el cuerpo y al final uno se siente “limpio” de energías negativas.
En un Baño de Sonido, cada participante vivirá la experiencia de manera distinta. Puede suceder que algunos se relajen al punto de quedarse dormidos, otros sentirán que se hunden en el piso o que flotan, otros "verán" colores, pero en realidad lo que sucede es que sus frecuencias vibratorias se sincronizan entre sí. La experiencia resulta ser muy relajante porque las ondas cerebrales se ralentizan, pasando del estado de vigilia (beta) al estado relajado (alpha) y más profundamente al estado de ensueño (theta).
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